Los ejemplos de partida hablaban de cómo el amor a los hijos es diferente por ser más incondicional, cómo, por otro lado, incluso ese tipo de amor implica también una búsqueda de la dependencia del hijo y de cómo una relación de pareja se reveló como basada en el apego más que en el auténtico amor tras la ruptura.
A partir de ahí añadimos el matiz de "incondicional" a la "entrega" de la que habla el diccionaro RAE:
amor.
Aclaramos una vez más, que aunque definamos el concepto de amor puro, como siempre, tal esencia no existe en nuestra experiencia en el mundo, sino que va a venir siempre acompañada de otros matices opuestos a esa entrega incondicional, como el interés o el egoísmo (por la satisfacción que proporciona el sentimiento, por la necesidad que tenemos de vivir en sociedad, y por otros muchos factores) pero que cuanto mayor fuese el ingrediente incondicional, más se correspondería el sentimiento con lo que habíamos definido como amor.
La cuestión que desarrollamos fue hasta qué punto esos matices son, en realidad, ajenos al concepto de amor, o si, por la imposibilidad de separarlos, deberíamos asumir, eso sí, conscientemente, que al vivir la experiencia del amor inevitablemente se van a ver involucrados.
La llamada a la vida consciente, a abrir los ojos y no autoengañarnos, es la búsqueda filosófica, que nos puede hacer vivir más plenamente. Respecto al amor, consideramos que esto nos puede llevar a vivir el amor de forma más "liviana", sin el peso de tener que conseguir un amor idealizado y perfecto.
Por el camino hablábamos no sólo del amor de pareja y del paterno-filial, sino del amor a la vida, a la divinidad, incluso a la sabiduría, raíz del término "filosofía".
Respecto a la historia de la filosofía, sobre la marcha intercalé nociones apuntadas por Epicuro (lo negativo del amor si consigue anular nuestro raciocinio), Platón (en boca del personaje de Aristófanes en "El banquete", con su fábula de los andróginos (y la falsedad de la imagen de la media naranja, no estamos incompletos)) de las filosofías tántricas que hablan de que mediante el amor puro a la pareja podríamos llegar al amor absoluto y eliminar la dualidad entre el yo y el mundo (nirvana). Se mencionó también a Santa Teresa, San Agustín, Sartre, Beauvoir, Freud y Lacan.
Para recordar, dejo algunas frases, como la de Amor: "el amor no puede hacer sufrir", la de Merche: "el amor da la felicidad", con la acotación que añadió don Julio: "...a quien sabe buscarla".
De este tema del amor surgió el hilo votado para el próximo café: Seguramente tengamos una muy buena asistencia, ya que trataremos del popularísimo tema del amor carnal, el sexo.
Eso será el día 2 de Octubre, a las 5, en el Penicilino.
Pero antes de eso organizaré un café filosófico el día 15 de septiembre en el bar Azul de la calle Fúcar de Madrid, a invitación de EQUÁNIMA. Me encantaría que todos aquellos que estéis interesados asistiérais, el objetivo es mostrar cómo es nuestra práctica particular. La votación del tema a tratar será con lo que comencemos la tarde, para asegurarnos de que investigamos sobre el concepto que más interese al grupo que se forme. Pinchando aquí tenéis un mapa del local, y en los comentarios a esta entrada podemos organizarnos para compartir el viaje, si alguien está interesado en ello.
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