En el café filosófico de ayer continuamos la investigación iniciada en diciembre sobre la libertad, un concepto al que ya habíamos dedicado nuestra primera sesión, en marzo de 2009.
Al haber hecho ya el trabajo más "duro" respecto a la definición, la dinámica del café fue muy diferente a la del de diciembre, resultando (quizá) más superficial, pero mucho más distendida, fluida y variada. Vimos muy diferentes puntos de vista y avanzamos por diferentes hilos que, como suele ser habitual, terminaron convergiendo espontáneamente a una pequeña selección de las ideas más profundas, y que se iban contrastando con ejemplos y argumentos desde diferentes perspectivas.
Hablamos de libertad y determinismo, de los límites impuestos por numerosos factores como: la obediencia, las costumbres, las emociones incontroladas, los apegos, nuestra propia biología, etc.
Vimos que es posible manejar, o "jugar", con esos condicionamientos para avanzar hacia grados mayores de libertad. Para ello necesitamos hacer conscientes esas limitaciones, para conocer hasta dónde puede verdaderamente actuar nuestra voluntad y hasta dónde debe hacerlo, por tanto, por la responsabilidad que conlleva.
Aun viendo que no son las definiciones perfectas de un concepto tan escurridizo, usamos, y nos fueron útiles, las definiciones del DRAE, y de los anteriores cafés dedicados al tema. Respectivamente ponían la clave en la responsabilidad, la sensación de carencia de ataduras y la acción voluntaria y consciente. Tres puntos de vista distintos pero coherentes y capaces de aclarar algunas cuestiones concretas.
Muchos ejemplos concretos ilustraron las argumentaciones. Entre ellos el del terrorista yihadista suicida y el del soldado que participa en un pelotón de ejecución contra su voluntad pero aun así dispara. Dejando a un lado si esas acciones son lícitas, justas, morales o no, nos interesaba saber: ¿Son libres?.
Además de esos ejemplos y nuestras experiencias y razonamientos personales, nos echaron una mano filósofos como Fromm, Marina, Epicuro, Platón y sobre todo Kant (con su libertad como autonomía) y Diógenes, el cínico, como ejemplo de hombre libre.
En la votación del tema a tratar en febrero salió elegido el CONOCIMIENTO, así que directamente quedáis todos invitados a compartir una tarde tan agradable como la de ayer, el 5 de febrero, a las 5, como siempre.
UNA DOSIS CADA PRIMER DOMINGO DE MES, A LAS 5 "PIENSA, LUEGO ASISTE"
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En este libro (ebook o papel) se resumen los 5 años de cafés filosóficos. Si quieres conocer mi nuevo proyecto visita "A hombros de gigantes",
la web de la baraja filosofica.
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Me parece muy interesante este vídeo del programa filosófico de la 2 "Pienso, luego existo", en el que entrevistan a Jesús Mosterín, uno de los filósofos que mencionamos en la charla sobre la libertad. En ella habla brevemente de un tema sobre el que nosotros también pasamos sin detenernos, el de la relación entre democracia y libertad. Mosterín dice que mientras libertad es hacer lo que yo quiera, democracia es hacer lo que quiera la mayoría. Una sugerente reflexión...
ResponderEliminarLo vi cuando lo emitieron. También lo dijo en una entrevista en un programa de La2 que emitían al mediodía el año pasado. Lo que me choca es que la definición de libertad que el hace (que en esencia es la mía, la de la Wikipedia y la del diccionario de la RAE) haya sido tan controvertida en el café. No quiero ni pensar lo que va a ocurrir con la definición de conocimiento...
ResponderEliminarJose
Cuestionar las definiciones más comúnmente aceptadas de conceptos generales es la base de la filosofía socrática (como muestran los diálogos platónicos) en la que se basa todo esto. Me encanta que incluso cosas aperentemente claras se problematicen en el café.
ResponderEliminarY sí, en cuanto a eso... ¡el tema del conocimiento promete!