Aún no tengo el audio, pero de momento voy colgando un artículo completando lo que hablamos en directo.
Y aprovecho para recordaros que tenemos una cita mañana a las 5 en el Penicilino para hablar del apego.
Seguiremos imprimiendo mayor rigor en la fase de definición, para que ésta aclare mejor las cuestiones que surjan, en el posterior coloquio habitual. Os espero.
Pensódromo 9/4/11: INDIGNACIÓN
Es una buena noticia que la base de actualidad para este pensódromo sea ¡un libro de Filosofía superventas! Sobre todo porque se trata de Filosofía de la que más nos gusta en el Penicilino, de la que moviliza porque se muestra sumamente relevante para la vida concreta de todos.
Indignaos lleva más de un millón y medio de ejemplares vendidos, más los incontables pdfs descargados de internet y está escrito por Stephan Hessel, un filósofo que habla de otros grandes filósofos del siglo XX que llegó a conocer de cerca como Sartre o Benjamin, y de su pasión por Hegel. Luchó en la resistencia contra la ocupación nazi de Francia y colaboró en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Merece la pena que lo leáis (si aún no lo habéis hecho), son sólo 12 páginas, brillantes, llenas de pasión. Lo podéis comprar en papel en su web, pinchando aquí, o descargar aquí, gracias a la web de ATTAC (asociación por la tasación de las transacciones para la ayuda al ciudadano, una de las asociaciones que cita como continuadoras del espíritu de los redactores de la declaración de derechos humanos, y que propone tasar la especulación financiera para contenerla, regularla, y para sufragar el gasto social con lo recaudado)
JUVENTUD SIN FUTURO
"El motivo principal de la Resistencia era la indignación. Nosotros, veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llamamos a las jóvenes generaciones a vivir y transmitir la herencia de la Resistencia y de sus ideales. Nosotros les decimos: tomad el relevo, ¡indignaos!"
El libro se dirige sobre todo a los jóvenes.
Precisamente esta semana ha habido movilizaciones juveniles convocadas por internet sin sindicatos ni grandes asociaciones de por medio, bajo el lema "Juventud sin futuro".
Esta iniciativa también tiene raíz filosófica, en las aulas de la UCM.
Y es que la teoría sin práctica es estéril, tanto como la práctica sin teoría, acción sin sentido.
En el manifiesto de la movilización, los organizadores se autodefinen como “la juventud más preparada de nuestra historia”, reivindicando ya una dignidad que les quitan apelativos como el de "generación ni-ni", tópico nada ajustado a la realidad, como detectó este estudio del Instituto de la Juventud (Desmontando a ni-ni. Un estereotipo juvenil en tiempos de crisis. Ilustre Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología (2011). Edición Injuve y en línea): menos de un 2% de jóvenes encajan en el perfil nini de parásito social.
Afirman que esta manifestación es sólo el principio, un principio prometedor, como se ve en este vídeo, de hecho hay otras iniciativas como http://democraciarealya.es/ que convoca movilizaciones para el 15 de mayo, o www.nolesvotes.com a los partidos que defienden los recortes educativos y sociales, sí a los que se oponen.
INDIGNACIÓN, IRA Y DIGNIDAD
indignación.
1. f. Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos.
Indignaos llama, entonces, a la ira.
Pero la ira es una de las pasiones que puede cegar la razón.La mayoría de los filósofos en la historia nos previenen contra dejarnos dominar por las pasiones.
Pero eso no implica ignorarlas o reprimirlas.
Al contrario, las emociones nos avisan de que prestemos atención y actuemos en algún sentido. Debemos escuchar esos avisos de nuestras emociones y aprovechar la motivación y energía que nos aportan para actuar, consciente y no precipitadamente, cuando identifiquemos dónde está el problema del que nos avisan, y de la forma más adecuada, manteniendo el dominio y, por tanto, la libertad.
En el libro Hessel habla de no caer en el extremo de la “exasperación”, que se alcanza cuando no se ve esperanza, y que puede llevar a la violencia.
Para controlar esa ira, que sea capaz de movilizar pero no de cegar, es necesario tener un horizonte de esperanza, y así, una orientación a seguir.
Parece que sí existe esa orientación en estas protestas (como se comprueba en sus manifiestos y propuestas, disponibles en sus webs) y en el libro de Hessel. La orientación es que la democracia recupere el poder que ha entregado sumisamente a los especuladores.
Y eso pasa por medidas asequibles y concretas como abolir los recortes sociales, y sufragar esos gastos recuperando las propuestas recientes, pero sorprendentemente olvidadas, de eliminar los paraísos fiscales, el fraude y el abuso de los especuladores, tasando sus transacciones y sus riquezas progresiva, y no regresivamente como ahora, etc. Esas medidas son las que se exigen en estas movilizaciones juveniles, entre otras muchas, como la persecución de la corrupción política y los excesos en los privilegios de los cargos públicos y otras muchas explicitadas en las webs que ya he enlazado más arriba.
digno, na.
1. adj. Merecedor de algo.
4. adj. Dicho de una cosa: Que puede aceptarse o usarse sin desdoro. Salario digno. Vivienda digna.
Dignidad, en ese sentido, es lo que piden Hessel y los jóvenes. No son las víctimas de la actual crisis quienes se merecen pagarla, sino los culpables, que hace poco estaba claro quiénes eran. Culpabilizar a las víctimas es el último pisotón a su dignidad. Como dice el primer considerando de la DUDH:
"La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;..."
Ya están en los tribunales de varios países (entre ellos el nuestro) demandas contra las agencias de calificación, y en Islandia ya están encarcelando a los especuladores y han echado al gobierno por la presión popular.
Los ejemplos de la RAE están muy bien traídos para este tema, ejemplos por antonomasia de algo que debe ser digno son el salario y la vivienda, algo inalcanzable actualmente para muchísimos jóvenes... y adultos.
FILÓSOFOS
- Es muy interesante leer en el libro cómo Hessel ingresó en la Escuela Normal confiando en las tesis de Hegel. Aquel filósofo alemán había considerado que el progreso de la Razón en la Historia conduce inevitablemente (superando sucesivas fases de oposiciones) hacia un Estado Homogéneo Universal, sin amos ni esclavos.
Pero luego se encontró con el mensaje de otro gran filósofo, Benjamin, que era amigo de su padre. Benjamin dice que tras contemplar los horrores del siglo XX la conclusión debería ser la contraria, que el progreso lleva al desastre y el dolor.
Finalmente, Hessel dice en el libro que su compañero en la Escuela Normal, Sartre, nos enseñó:
“Sois responsables en tanto que individuos”.
Dice Sartre, líder de las movilizaciones parisinas de 1968, que deberíamos asumir esa responsabilidad. La Historia no fluye por sí sóla hacia la perfección ni hacia el desastre, no hay un sentido determinado en el mundo, sino que somos cada uno de nosotros quienes debemos dar sentido a nuestra vida y al mundo, y vivir en consecuencia, con responsablilidad.
- Nietzsche decía que el primer paso en la transformación hacia el superhombre era abandonar la postura del camello que soporta cualquier carga y enfrentarse al dragón que dice “tú debes” como un león que ruge “yo quiero”. Este primer paso también parece corresponderse con lemas del manifiesto de “juventud sin futuro” como:
«Nos habéis quitado demasiado, ahora lo queremos todo» .
- El derecho de rebelión es un tema muy tratado en la Historia de la Filosofía, lo han defendido muchísimos autores, desde Platón al mismísimo Tomás de Aquino y se recoge en el preámbulo de la misma Declaración de los Derechos Humanos en cuya redacción participó Hessel:
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;...
- Y para estos jóvenes que no consiguen trabajo a pesar de su formación parece que cobra un nuevo significado el final de aquella famosa obra de Marx y Engels que ellos dirigían a los proletarios (que, al menos, tenían un trabajo):
“...no tienen nada que perder en la revolución más que sus cadenas.
Tienen, en cambio, un mundo que ganar. “
Dirigido a los jóvenes de hoy parece aún más claro, no tienen nada que perder, el mundo futuro es suyo, y son ellos quienes lo tienen que ganar.
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