Por supuesto que hemos dejado infinidad de facetas en el tintero, pero por los caminos y cuestiones por los que nos hemos adentrado sí hemos podido avanzar y aclarar algo nuestras visiones ayudados por el grupo, con un coloquio fluido, participativo y ameno. A continuación dejaré un esbozo de pequeño resumen:
EL SENTIDO DE LA VIDA
EJEMPLOS:
Como siempre, dedicamos la primera ronda de intervenciones a exponer experiencias concretas sobre el tema, para a partir de ellas abstraer una definición más general y usarla para profundizar en las cuestiones que surgieran en la última fase.
Algunos de esos ejemplos sobre dónde encontrar el sentido de la vida fueron:
ÓLIVER: El próximo nacimiento de un sobrino mío, y la ilusión de la madre, como ilustración de encontrar el sentido de la vida en el cuidado de los hijos.
INMA: Tras un grave accidente de tráfico el aferrarse y valorar la vida en sí misma, descartando supeditarla a objetivos o darle otro tipo de sentido. Ejemplo para la vida como sentido en sí misma, eje central del resto de la sesión.
PABLO: El abrazo de un amigo, muestra de sentido en el amor, tanto en dar como en recibirlo.
ABRAHAM: La superación del psiquiatra Víctor Frankl de su cautiverio en Auschwitz, y cómo los demás supervivientes compartieron su concepción de ese momento como una etapa que iban a superar. Inma citó a Ortega y Gasset: "vivir es futurizar".
ALICIA: Perdió a su hermano mayor y a su abuelo y el sentido de sus vidas tuvo que ser el legado que dejaron en ella y el resto de las personas con las que convivieron.
TERESA: El momento presente saboreando un refresco en nuestra compañía como el disfrute del momento presente como sentido de la vida.
GEMA: Superar el miedo a hablar en público en este momento, como muestra de la superación sucesiva de diferentes miedos y el crecimiento de la persona.
SAMUEL, no estaba presente, pero recordé que en la anterior sesión su amigo Rafael nos habló de él y de su sentido más material de la vida, centrado en conseguir una casa con jardín y un coche caro aparcado delante, un punto de vista que no había surgido en los demás ejemplos.
ARANCHA: Habló de los feligreses de los cultos evangelistas, en concreto de la comunidad de mujeres gitanas, y de cómo encuentran en Dios el sentido de sus vidas. Otro punto de vista, como el anterior, adoptado por una población amplísima en diferentes culturas, religiones y momentos de la historia.
DEFINICIÓN:
Seguimos la 7ª acepción del DRAE, la que se refiere a sentido como finalidad. Inma matizó que en los ejemplos que se refieren al propio presente o a la vida en si misma no está claro que sea aplicable el concepto de finalidad, meta u objetivo.
Finalmente consideramos necesario tener en cuenta ese matiz, y a la vez, admitir la posibilidad de que el sentido, como vector, o flecha que apunta a un fin, podría tomarse también como una flecha dirigida a sí misma en tales casos.
Una flecha que (como el "uroboros" de la ilustración de la cabecera) buscase el fin en su principio, el fin, el sentido, de la vida, en la propia vida.
CUESTIONES:
¿
Cómo puede ser el sentido de la vida vivir conscientemente y sentir la propia vida,
existe un destino que debemos descubrir y luego cumplir como propone la Cábala judía,
o debemos dejarnos llevar sin resistencia por el curso de la vida, como dice el Tao chino (o el estoicismo, en cierta forma),
por qué los países ricos tienen un índice de suicidio mucho mayor que los pobres,
la ilusión y la dignidad pueden dar sentido a la vida,
qué estamos buscando continuamente, por qué nos sentimos perdidos
?
CITAS:
"Vivir es futurizar", Ortega y Gasset citado por Inma.
"Buscamos llenarnos con cosas que no nos llenan", Gema.
"Las actividades que realizan al ser humano y en las qu encuentra la felicidad, son aquellas que tienen su fin en sí mismas", de Cavallé, cita recordada una vez más por mí.
La cuestión sobre la Cábala del Zóhar la planteó Abraham, pidiendo que no la "rechazáramos demasiado rápido". "La vida es una enfermedad con mal pronóstico" también fue una aportación suya.
"No añadir años a mi vida sino vida a mis años" cita recordada por Pablo, como la conclusión de que "el sentido de la vida es vivir con dignidad hacia una plenitud inefable".
COLOQUIO:
La propuesta de abordar este tema surgió en la anterior sesión sobre el tiempo ante la cuestión que planteó Cristina sobre cómo encontrar el punto medio entre dedicar el tiempo a dejarte llevar y disfrutar del presente sin distraerte con el futuro y con la responsabilidad de conseguir en él unos objetivos generales. De la pregunta por cuáles pueden llegar a ser esos objetivos generales irrenunciables, finalidades para la vida, surgió la candidatura del sentido de la vida para esta sesión.
Por ello no es extraño que el eje del coloquio fuese precisamente el considerar cómo la propia vida, el vivir con plenitud el momento presente puede considerarse la finalidad de la vida, su sentido.
ENRIQUE habló de que incluso el hecho de la ilusión por tener y cuidar de los hijos es una manifestación de esa finalidad en la propia vida, en la ampliación de ella, incluso. Respecto a un punto de vista más estrictamente biologicista, recordé el pensódromo que dedicamos a la vida, y de cómo la caracterizamos como un proceso que se da en los seres "vivos", consistente en prolongar el propio proceso, por lo que también este punto de vista pondría el fin de la vida en sí misma.
De cualquier forma, en esta sesión sí hubo un cierto consenso en un punto, precisamente en el de disfrutar en el presente y buscar en él el sentido de la vida, y no en el futuro (propuesta que ya apareció en nuestra anterior sesión sobre el tiempo, como ya he mencionado). Si nos concentramos de esa forma, diciendo cada mañana "voy a disfrutar de un día más" como propuso TERESA, seguramente nos abandonará la sensación de que la vida se escapa, de la que se lamentaba MªJESÚS.
La condición es centrarnos en el presente y saborearlo "(¿qué habéis comido hoy?" nos preguntó TERESA), valorando cada instante.
PABLO apuntó lo útil que es para ello la Filosofía, y yo volví a recordar una vez más la cita de Sócrates en ese sentido, "la vida que verdaderamente merece ser vivida es la vida examinada", en la que reflexionas sobre ella, la haces consciente, la sientes.
En ese sentido va nuestra propuesta de los cafés filosóficos, y seguir esta conversación cada uno en su casa, en su foro interno, fue mi última recomendación.
Antes de despedirnos, elegimos el tema para nuesto próximo café, el 5 de septiembre, en plenas fiestas de la ciudad. Será el, muy apropiado, de la alegría.
¡Hasta entonces!
Me gustaría mucho haber asistido a este café, así que en su lugar, me lo hago yo solito ahora mismo.
ResponderEliminarEn cuanto a la definición sí que creo que el de finalidad es una buena guía. La finalidad significa en este caso el significado o la utilidad. ¿Para qué sirve vivir? Otra cosa es que algunas de los ejemplos casen mal con este planteamiento ¿será problema de los ejemplos o del planteamiento? Yo creo que de los primeros porque los ejemplos, a menudo, son casos muy particulares para una cuestión que los desborda por doquier.
Los que crean en una vida ultraterrena postmortem lo tienen muy fácil para contestar a esta cuestión. Como no es mi caso sigo por otros derroteros. Mi creencia es que el hombre es sólo un ser vivo (con sus especificidades como cualquier otro) y por ello creo qué sólo hay un sentido objetivo de la vida que es el biológico (valga la cuasi redundancia). Esto es, transmitir la información genética que se posee a la siguiente generación con dos puntualizaciones: cuanto más se transmite mejor y cuanto más se facilite a la siguiente/s generación/es que transmitan la suya, tanto mejor.
Por supuesto la mayoría no son conscientes de esto. Y es que los genes nos mueven cual marionetas para que hagamos esto que acabo de decir creyendo que hacemos otras cosas, es decir, que el sentido de la vida es otro. Un ejemplo es el caso del sexo: imaginad la época anterior al control de la natalidad, o sea, anteayer. Todos nos movemos básicamente por el placer cuando el plan de los genes es la reproducción (y en el caso muy particular de la especie humana también la crianza). Resultado, las mujeres solían quedar embarazadas más de 10 veces a lo largo de su vida. Siguiendo a Pinker, la causalidad próxima sería en este caso el placer, y la causalidad distante, la reproducción. Para el sentido de la vida: causalidad próxima todo aquello que podéis imaginar (el amor a los demás, especialmente a los hijos, el disfrute, la vida eterna, etc); la causalidad distante: la transmisión de la información genética a la siguiente generación.
Ahora alguien puede poner como contraejemplo el caso del religioso célibe cuya vida tiene un sentido trascendental y que no tiene hijos. Y yo contesto: el poder de las creencias es tal, que puede superar en muchos casos al de los instintos. En este ejemplo, al instinto sexual (que de todas formas está anulado pero no eliminado) y en un caso aún más extremo al instinto de conservación, como el de los kamikaces, mártires y similares. Pero como caracterización de la especie, lo que prevalece son los genes y no las creencias (prueba de ello es la explosión demográfica en la que estamos inmersos).
Por último: ¿y este descubrimiento para que sirve? Algunos se sentirán desilusionados ante esta respuesta. Es más bonita la ficción poética que la realidad prosaica. John Gray dice que la verdad sólo interesa a la gente desesperada. Como mínimo da que pensar. Yo creo que tampoco hay que desesperarse, nos sentimos bien siendo felices mientras crecemos, nos reproducimos, criamos a nuestros hijos, maduramos y envejecemos. Pues a ser felices mientras los genes y las creencias mueven los hilos.
Jose
La genética no nos determina fatalmente si los genes nos permiten reflexionar sobre los genes, es decir, si existe un sujeto trascendental que es capaz de atestiguar al objeto(lo cual impide el absolutismo de los instintos).Hay algo en el hombre que escapa al puro condicionamiento biológico.Por otro lado, uno siempre se convierte en lo que piensa, también el hombre de ciencia.El cientificismo es una creencia metafísica.
ResponderEliminar