Lo cierto es que la gente que pasaba se iba quedando, fue una de las sesiones más interesantes y fluidas.
Para empezar hicimos un recorrido por algunas citas interesantes:
- "Los hombres tienden por naturaleza a buscar el conocimiento", Aristóteles.
- "El conocimiento es poder", F. Bacon.
- "¿Qué puedo conocer?", Kant.
- "Conócete a ti mismo", en el oráculo de Delfos.
- "Sólo sé que no sé nada", Sócrates.
Pero lo que más interesaba era lo que traía preparado el grupo y, sobre todo, cómo se desarrollaría entre todos durante la tarde.
Para empezar, Jose planteó y justificó una propuesta de definición que había trabajado en casa.
conocimiento.
Información que está o ha pasado por un cerebro.Comenzamos a trabajar a partir de ahí y avanzamos por varias cuestiones muy atractivas, como si buscamos el conocimiento en sí o con algún otro interés, si nos proporciona siempre placer o no, cómo aumenta con la edad del individuo y con la base acumulada a lo largo de la historia de la especie, si es innato y se puede hablar de conocimiento en los animales, etc.
Todas ellas se fueron trenzando, iluminando mutuamente, en torno a otra que pareció servir de eje, la relación de conocimiento y verdad, si esa información ha de ser correcta para ser denominada conocimiento.
Así que, finalmente el concepto elegido para la próxima sesión fue el de verdad, que trataremos el 4 de marzo, a las 5 en el Penicilino.
Antes de despedirnos con el aplauso mutuo tradicional, invité al grupo a asistir el día 27 de febrero a la conferencia-taller, con entrada gratuita, que Oscar Brenifier dará en el salón de actos de la Casa Revilla, gracias a la Fundación Municipal de Cultura, que aceptó mi propuesta de aprovechar su paso por España en esas fechas. En los próximos días publicaré más información sobre este evento.
Casi 30 no, más de treinta ;)
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