Empezamos el año con fuerza, el tema que hemos elegido es:
EL ESTADO
El cuerpo de este monstruo está compuesto por los cuerpos de los súbditos del Estado. Según Hobbes es cierto aquello de que "el hombre es un lobo para el hombre", y sólo gracias al terror de Leviatán, es posible una sociedad humana.
Por otro lado, Rousseau pensaba que es precisamente la sociedad la que hace agresivo al hombre, ya que "el buen salvaje" no es así. Ceía que el Estado debía obedecer la voluntad de la asamblea de esos pequeños cuerpos individuales reunidos. Y para evitar la desigualdad y la agresividad entre los ciudadanos veía necesaria una, digamos, "educación para la ciudadanía".
Ambas posturas son denominadas "contractualistas", es decir, que presentan al Estado como el fruto de un pacto o contrato social, por el que los hombres renuncian a algunos puntos de su libertad, a cambio de los beneficios de la vida en común.
Ya Platón recordaba a los mitos griegos de Prometeo y Epimeteo, que cuentan cómo la capacidad de organizarse en ciudades fue otorgada por Zeus a los hombres, que sólos no sobrevivirían contra las fieras de la naturaleza. Aristóteles decía que el hombre es un "zoon politikon" un animal que vive en ciudades, y que aquél que no necesite vivir en sociedad debe ser una bestia o un dios, pero no un hombre.
Parece que está claro que por naturaleza necesitamos vivir en sociedad, además tenemos instintos tribales que nos identifican con nuestro grupo. Eso elimina la violencia con nuestros conciudadanos (el peligro es que perdure, o se fomente, contra los demás grupos).
Weber decía que el Estado es el monopolio de la violencia. Quizá sería deseable que fuese algo más, proporcionando una educación, en el sentido que decía Rousseau, y el resto de servicios sociales que las concepciones socialdemócratas del Estado han ido consolidando en el denominado Estado del Bienestar.
De éstos, y seguro que de otros temas, hablaremos mañana. Por la mañana en El Pensódromo de la radio, y por la tarde en el Penicilino. Ya no nos basaremos en Hobbes, Rousseau, Platón, Aristóteles o Weber, sino en nuestras experiencias y opiniones personales. Seguro que así resultará aún más interesante.
Si os apetece participar, ya sabéis, en el Penicilino a las 5 nos vemos.
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